El Gobierno ruso no le deja a su población usar Instagram, Facebook y canales internacionales para ver las noticias. Por eso, usan un programa llamado VPN para simular otra ubicación y acceder a los contenidos que quisieran.
“En Rusia se habla de un conflicto, no de una guerra”, comentó la compatriota estudiante de medicina en Rusia, Antonella Arévalos.
Ella pidió permiso a su facultad para retornar a Paraguay mientras se calma la situación con Ucrania. Viajó en un tren desde Kazán a Moscú por 12 horas. Ahí estuvieron 4 días. De ahí, el martes en bus a San Petersburgo. Luego en avión a Dubái, escala en São Paulo y finalmente, a Asunción.
Observó que los jóvenes rusos no están de acuerdo con la invasión, pero no pueden hacer mucho. Los mayores de 30 son muy nacionalistas y sí apoyan. Ella contó que vivía en uno de los 24 edificios para estudiantes extranjeros, ubicados a 40 minutos de la facultad de Kazán Federal.
“Hay estudiantes rusos, extranjeros, de países árabes como Palestina, Jordania, Egipto, muchos latinoamericanos también hay”, dijo. Compartían entre cinco personas una cocina. En su día a día hablaban en ruso.
Se quedan sin plata
Contó que ella se adelantó a las sanciones y tuvo bastante reserva de rublos (moneda rusa), pero sí tuvo compañeros que quedaron sin dinero y retornaron.
Ella fue una de los cuatro paraguayos que volvieron el Jueves Santo a Paraguay.
En total, 10 estudiantes fueron repatriados. Siguen allá otros 40 principalmente en Moscú y San Petersburgo.
En este sentido, Marcelo de Beitía, paraguayo que continúa en Rusia estudiando, observó que ya no hay manifestaciones contra la guerra.
En su caso en particular, indicó que se sostiene con el apoyo de Becal. Él estudia un Masterado en Ciencias Políticas en la Universidad de Altos Estudios Económicos de Moscú y es presidente de la asociación de estudiantes paraguayos.
“Somos aproximadamente 9 a 10 los estudiantes de masterado que recibimos este apoyo, que son 500 dólares mensuales”, dijo. El Gobierno ruso paga la universidad y el 70% de la residencia.
En medio de la incertidumbre por la guerra, la gente acudió en masa a los supermercados en Rusia, observó.
“Se calmó un poco más la preocupación de los padres y los estudiantes que había en las tres primeras semanas. Ahora la preocupación es más económica”, comentó.