Una estocada en el pecho acabó con la vida de Cornelio Morales en la madrugada del miércoles. Él estaba en el patio de su casa, ubicada en el barrio Niño Jesús de la ciudad de Quiindy, departamento de Paraguarí.
Aparentemente la desgracia ocurrió luego de una ronda de tragos y fue detenido como sospechoso un vecino suyo, dueño de una bodega.
La policía recabó testimonios que dicen que la víctima estaba tomando en su casa y salió a comprar más bebidas, pero hasta el momento se desconocen las circunstancias de su asesinato.
El bodeguero, desde el calabozo de la comisaría, negó haber cometido el crimen. Dijo a NPY que los policías se fueron a agarrarle pero no le dijeron nada.
“Yo cerré a las 23:30 y después ya no sé lo qué pasó afuera”, alegó. “Terminamos de jugar vóley, ellos se quedaron en la calle y yo estaba adentro. Eran muchos”, añadió.