Jorge Taboada (32) le avisó a su mamá, Bonifacia Vera, que iría a la chacra a ver si podía cosechar algo de mandioca. Quería aprovechar que hubo buena lluvia en Blas Garay, Calle 4, Caaguazú.
Minutos después empezó a gritar y pensaron que encontró una víbora o que algo le pasó. Pero no, sacó una raíz de mandioca de 14 kilos con 1,5 metros y necesitaba ayuda.
“Se fue mi sobrinito y le ayudó, trajeron entre dos. Sacó con el machete porque el suelo estaba húmedo”, dijo a EXTRA su hermana, Lorena Taboada.
Lo primero que hicieron fue pelar y colocar los pedazos en un balde de 20 litros que se llenó por completo. La cosecha sirvió de alivio para la familia porque el papá de 75 años no puede plantar más.
“Mi hermano, el que encontró esta mandioca, vino de Ciudad del Este para quedarse de vuelta con ellos, al menos para plantar mandioca y maíz”, comentó.
Ella también regresó hace dos años al hogar familiar. Por la pandemia no pudo más trabajar ni seguir su facultad.