La denuncia de la doña de 43 años que acusó a un joven por no dejarla en paz y agredirla fue finalmente tomada por la Justicia. La mujer iba a irse a España el 22 de este mes, pero el muchacho se obsesionó por ella y le quitó hasta su pasaporte y el pasaje.
La afectada declaró ayer con la fiscal de Concepción Carolina Quevedo quien imputó a Derlis López Sosa (20) por coacción grave, privación ilegítima de libertad, lesión corporal y amenaza de muerte.
Derlis la tuvo 3 días encerrada en su casa de Arroyito a la mujer, la amenazó y golpeó, según denunció.
Anoche, fue apresado tras hostigar nuevamente a la señora. “Le agarraron en mi propia vivienda. Me percaté de que alguien dio la vuelta la cámara hacia el cielo; rompió una ventana que da hacia el patio trasero, ingresó y me estuvo esperando. Le avisé a la policía y fueron a encontrarle dentro de mi casa”, relató a EXTRA.
“Recepcionamos una llamada telefónica de parte de la señora, la víctima, avisándonos que una de las cámaras de su domicilio se movió de lugar y le llamó la atención, entonces acudimos a su domicilio”, comentó el suboficial Eduardo Arias, subjefe de la comisaría de Arroyito.
La mujer en ese momento no estaba en su casa, sino en la casa de su madre, mencionó el uniformado. Al llegar a la casa vieron que la cámara estaba apuntando a otro sector, efectivamente.
Recorriendo el alrededor de la casa, en la parte de atrás encontraron que la ventana de blindex abierta y sostenida a través de un palo, por donde al parecer ingresó alguien al interior. “Escuchábamos movimientos raros ahí adentro”, manifestó Arias en contacto con radio Monumental.
Ante la situación, los policías pegaron un telefonazo a la víctima y le pidieron que les acerque la llave del portón para entrar con su autorización hacia el patio y así verificar si el autor estaba adentro. Diez minutos después llegó al lugar un sobrino de la doña con la llave.
Los policías que ya tenían rodeada la casa se acercaron a la ventana y desde ahí anunciaron que eran policías y exigieron al intruso que salga.
“Anteriormente cuando hubo el primer problema tenía un arma blanca el muchacho. Entonces le hablábamos para que salga. Después de diez minutos empezó a salir, le pedimos que alce la remera, alzó y le pedí que se dé la vuelta. Como no tenía armas, abrimos la puerta y le agarramos”, relató el agente.
El obsesionado había entrado hasta la habitación de la mujer. “Pensaba que estaba adentro de su casa, pero ella estaba en casa de su mamá”, indicó el policía, asegurando que su idea era esperarlo allí para sorprenderla.
“Él dijo que estaba enamorado de ella, obsesionado con ella”, expresó el suboficial. El muchacho en cuestión laburaba con la mamá de la víctima y cuando ella regresó de España, le solía ver.
El comisario Feliciano Martínez dijo que conseguirá el pasaporte para que ella pueda viajar en fecha.