Por Roque Martínez
Entre lágrimas, Amado Francisco Berino (54) se muestra arrepentido y no se cansa de pedir perdón a las personas a quienes hizo daño. En la tranquilidad de su comedor, relató lo que significó su vida dentro y fuera de la cárcel; además, habló sobre su presente y su futuro.
¿Cómo se inició tu vida delictiva?
Fui empleado de la ANDE, donde trabajé casi 9 años. Fui uno de los primeros operadores de computadora del Paraguay. Empecé a ir por 5ª Avenida e ingresé a los garitos clandestinos. Ahí comencé a destruirme.
¿Perdiste dinero?
Me metí en cuentas y salí de mi trabajo. Conocí delincuentes. Empecé con estafa, luego pequeños descuidos, pasamos a robo de vehículos y casas. Luego microtráfico de drogas.
Son muchos delitos.
Sigo pidiendo perdón a todos los que perjudiqué.
¿Cuál fue tu primer ilícito?
Fue una estafa en Concepción, donde saqué una chequera con cédula falsa. Me detuvieron en un hotelcito y fui a la cárcel un 3 de marzo de 1992.
¿Desde adentro cometías delitos?
Era uno de los líderes de extorsionadores de Tacumbú, donde fui profesor de muchas personas. Después de vivir 23 años de delincuencia, hoy me siento una persona tan honesta, que puedo mirar con ojos trasparentes.
¿Cómo fueron esos años?
En 23 años de delincuencia conocí a miles de criminales con quienes compartí celdas, farras de drogas y distintas actividades no lícitas.
¿Conociste a Hugo Vera y Aragón?
A Vera y Aragón le encontré adentro y afuera. Es un ser humano igual que nosotros, que tal vez tenga la mente un poco torcida, ¿verdad?
¿El recuerdo más fuerte de la prisión?
Primero, la muerte de mi papá estando preso. El traslado a Concepción, donde fuimos torturados por la Policía. Otra vuelta me encerraron en el calabozo durante un mes.
¿Cómo fueron los años en la cárcel?
El hombre cambia totalmente en la cárcel. A veces de ser una persona inofensiva sale siendo una persona muy destructiva.
¿Cómo salías de prisión?
Conseguía medidas alternativas gracias a los abogados. Pagaba y transaba. Hasta que busqué un abogado cristiano y salí con reales medidas, pero no con trampas.
¿Cuántos antecedentes tenés?
Tengo 71 antecedentes y 14 entradas a la cárcel. Nunca fui violador, nunca maté ni secuestré.
¿Cuánto tiempo fuiste preso?
Estuve un total de 20 años en prisión. Me hicieron una suma de condenas. Obtuve mi libertad condicional, que luego me revocaron.
¿Cómo recordás el pasado?
Durante 20 años fui dependiente de la cocaína. Hoy quedé liberado de las drogas, pero no curado porque nadie se cura de las adicciones.
¿Cómo fue tu cambio?
Dos años estuve en el Pabellón Libertad. Ahí conocí la Palabra de Dios y sentí un cambio dentro de mí.
¿Cómo fue cuando te dieron libertad?
Lloré mucho. En la prisión me sentía como una persona acabada. La vida de delincuentes es fantasiosa, agitada y peligrosa.
¿Contás esto al predicar?
Siempre cuento la verdad, que fui un delincuente y que hoy estoy restaurado por Dios.
¿Qué significa la libertad?
La libertad es convivir con la familia, el trabajo y los amigos. No deseando las cosas del prójimo.
Tenés un comedor.
Luego de recuperar mi libertad el 10 de mayo de 2013, y después de un par de intentos que fracasaron, abrimos este local donde vendemos minutas desde las 6:00 hasta las 18:00.
¿Cómo arrancás el día?
Empiezo a las 4:00 de la mañana, voy al Mercado 4 donde hago las compras. Atiendo el local y reparto viandas.
¿Cuál es tu futuro?
Mi mayor deseo es el de predicar la palabra y viajar a la tierra de Jesucristo. Mi sueño es ir por las cárceles de Sudamérica para dejar mi testimonio.
¿Cuántos hijos tenés?
Tengo 10 hijos de cuatro mujeres distintas.