Faltaba solo que terminara el número anterior para que los alumnos del sexto grado de la Escuela Básica Nº 1502 Petrona Martínez Vda. de Ocampos de Capiatá se presentaran en la exhibición gimnástica, cuando Guadalupe. R., de 11 años, comenzó a sentirse mal el viernes de tardecita.
Como no podía mantenerse de pie por sí sola, se apoyó en una compañera para no caer al suelo. Todos los presentes se asustaron al verla tambalear y reaccionaron rápidamente, ayudándola a sentarse en una silla cercana mientras trataban de calmarla y entender qué le pasaba.
Su profesor, Agustín Martínez, contó a EXTRA que la niña se mareaba, repetía que le dolía la cabeza y pidió agua, pero al tomarla comenzó a vomitar.
“Avisamos rápidamente a sus familiares”, relató. Martínez explicó que Guadalupe estaba consciente cuando la llevaron al Hospital Distrital de Capiatá, alrededor de las 20:00, acompañada de su padre.
“Ella me habló y me dijo ‘quiero dormir, profe’, pero estaba bien”, recordó. El docente agregó que esa misma mañana la niña había rendido un examen final y estaba muy bien, participativa y alegre. “Una vez en el hospital ya se había calmado, pero después le aplicaron un medicamento en el suero y 20 minutos después comenzó a convulsionar. Como no había desfibrilador, le hicieron reanimación manual”, contó la mamá.
La niña incluso fue intubada, pero falleció a las 22:00. La madre señaló que su hija era completamente sana, no tenía problemas de corazón ni enfermedad de base.
“Desde el hospital preguntaron si ella comió algo, le dijo mi marido que solamente la gaseosa que compraron en la cantina y ahí le dijeron que puede que se haya intoxicado o que tenga sustancia (la gaseosa)”. Sin embargo, ellos no creen que podría tratarse de eso, porque las compañeras también tomaron.
Autopsia
El cuerpo de la niña fue trasladado hasta la morgue judicial de Asunción, donde se le debía practicar una autopsia, que se realizaba por la tarde de ayer.