La sangre alrededor de los cuerpos de Ronald Otoniel Báez Gayoso y de Sandro Miguel González Benítez dejaban a la vista el salvaje episodio del que fueron víctimas. En una vivienda del barrio San Rafael de Ciudad del este, donde trabajaban como albañiles, ambos exconvictos fueron asesinados a tiros.
“Tenemos poca colaboración de los vecinos, la gente no quiere hablar, pero la policía ya está abocada a conseguir todos los elementos. Tenían varios procesos y órdenes de captura ambas personas”, informó la fiscal Vanessa Candia a EXTRA.
Los albañiles estaban trabajando en el sitio, en una obra de construcción desde hace cuatro meses, además se desempeñaban como encargados. La fiscala indicó que vivían en muy precarias condiciones. “No tienen cocina ni baño en ese lugar. Eran trabajadores de la construcción, trabajaban con el dueño”, señaló.
Candia detalló que la zona es de muy difícil acceso, por lo que tuvieron que entrar caminando. “El lugar donde a ellos les encontramos era un corredor que aparentemente se terminó recién, pero no era cerrado. Al lado había un cuarto que no estaba terminado y dos camas”, describió.
De acuerdo con los datos del sistema de informática de la policía, Ronald tenía órdenes de captura por resistencia, exposición al peligro y violación a la ley de armas, mientras que Sandro era buscado por robo agravado. “No son muy buenos los antecedentes que tenemos de ellos, pero en sí son víctimas”, apuntó la fiscala.
Familiares de una de las víctimas dijeron a los investigadores que aparentemente alguien le tenía “jurada”. “Me comentaron ahí que Ronald ya había recibido amenaza de muerte por parte de una persona, a él y a un familiar, pero no quieren hablar del trasfondo”, señaló.
Ronald recibió un impacto de bala en la cabeza y Sandro, tres a la altura del brazo izquierdo y hombro.