Bien arreglada y maquillada, la joven hacía pausas en la conversación con el Bolt para contestar mensajes. Alejandro Pérez cada tanto se entretenía en el retrovisor. “Escuché que el tipo le iba a decir a su señora que se iba a ir de viaje para quedarse con ella el fin de semana entero”, chismoseó a EXTRA.
La jovencita era una de las tantas que últimamente traslada en busca de una noche de pasión.
“Por ahora más mujeres lo que estoy llevando a la noche y madrugada. Les dejo nomás en el lugar, se bajan nomás y entran a la casa. Yo espero a que vengan para pagar”, relató el conductor.
Pérez manifestó que a medianoche la mayoría son chicas las que escapan hacia los brazos de su amor.
“Increíble, pero cierto: las chicas se van junto al hombre ahora. Se van a la casa del novio, también junto a él a la canchita”, opinó don Nelson Gavilán, conductor de Uber.
“Entre semana poco, pero fines de semana más”, añadió Miky Fonsi, asegurando que en su caso, el movimiento empieza desde las 22:00.
Mientras que Nelson indicó que especialmente los domingos empieza más temprano el trajinar. “A la tarde las chicas ya se van a la casa del novio”, le bajó.
Tacaños
Varios choferes mencionaron que este tipo de viajes suele ser de distancias más largas y que al terminar son los señores los que desembolsan el costo.
Sin embargo, don Nelson aseguró que a él siempre la muchachas le suelen pagar antes de bajar de su móvil y dan buena paga. Sin embargo, cuando les toca pagar a ellos, son un poco tacaños.
“Algunos dan propina, mayormente son jopy, a veces redondean. Si es 22.000, por ejemplo, te dan 25.000 y eso”, agregó Gavilán.
Van directo al “matadero”
Don Nelson contó que también le toca llevar a las chicas al telo junto a hombres mayorcitos. “Chicas hermosas, increíble, porque entro hasta frente a la habitación, se abre el portón y está una camionetaza adentro esperando. Los señores tremendos son”, manifestó el conductor.
Con ellas onda free nomás ya
Hasta de psicólogos les toca hacer a veces, dijo Gavilán. En algunos casos, las señoritas le cuentan de sus amores erráticos que les llevaron a preferir el amor libre. “Les gusta pasar bien un rato sin compromiso, ya no les gusta salir con pendejos. Mayores nomás”, dijo.