Todo un día, S. E. L., pasó con fiebre. El cuadro de la adolescente de quince años no mejoraba, pero sus padres decidieron tratarla en casa. “Antes de ayer estaba con fiebre y probablemente fue tratada ahí nomás, no fue llevada al hospital”, comentó a EXTRA el comisario Sergio Sosa, jefe de la subcomisaría 14 Norma Luisa, jurisdiccional.
La fiebre era tan alta que, a eso de las 3:40, la muchacha empezó a convulsionar.
Ante la desesperación, los padres de la adolescente decidieron pedir auxilio a los bomberos voluntarios para llevarla a un centro asistencial de urgencia, pero fue demasiado tarde.
Cuando los voluntarios llegaron a la vivienda situada en el kilómetro 14 lado Monday, de la fracción Korochiré de la ciudad de Minga Guazú, a eso de las 4:00 de la mañana, confirmaron que la menor ya no tenía signos de vida y dieron aviso a las autoridades policiales.
El cuadro febril se complicó y a consecuencia de la convulsión, la jovencita sufrió un paro cardiorrespiratorio que a los pocos minutos le produjo la muerte, de acuerdo con el dictamen del médico forense que llegó al lugar para inspeccionar el cuerpo, detalló el uniformado.
En el caso tomó intervención el fiscal de turno Osvaldo Zaracho. “El fiscal no dispuso nada en relación a los padres todavía, seguro que les va procesar porque configura como falta del deber del cuidado. Pero seguramente, por la situación trágica todavía no dispuso nada”, indicó el comisario respecto a la situación de los padres.
Lamentó que la gente no tome muy en serio el cuadro febril. “Nosotros tenemos luego una idiosincrasia de no ir al médico, siempre con poha ñana o automedicarse”, expresó el agente.
Tras el procedimiento de rigor, el cuerpo de la adolescente fue entregado a sus padres para darle cristiana sepultura.