“Quiero denunciar como el Sub-Obficial Jorge Fernández y otro policía Joaquin Caceres, nos agredieron (a mi y a mi familia) en una barrera ilegal, en Capiatá Ruta 2 km 17 en la esquina de la estación Petropar”, escribió Jazmín. La universitaria relató uno de los momentos más caóticos de su vida, donde los dos policías actuaron de forma prepotente.
De acuerdo con su relato, todo ocurrió el lunes 3 de abril a eso de las 21:08, cuando sus papás le buscaban de la facultad ante la falta de colectivos para regresar a casa, momento en que se cruzó con el subOficial Jorge Fernández que estaba bloqueando un empedrado alegando que estaba “clausarado”. “Con una actitud nerviosa, agresiva y prepotente”, relató la chica en un hilo de Twitter.
Sigue relatando, que ante esta situación, tuvieron que dar toda una vuelta para llegar a su vivienda y evitar cualquier otro roce con los policías. “Al volver nos volvemos a cruzar con la patrullera (estando en marcha) y es ahí donde el Sub Oficial Jorge Fernández baja de la patrullera a desafiarle a mi papá que se baje”, indicó la chica.
Su papá no bajó, entonces empieza el agente comenzó a agredir a la chica y, de paso le aplicó una cacheteada a su hermano menor de edad, siempre según su relato. En ese momento, “los policías deciden huir al escuchar que les íbamos a denunciar poniendo en peligro a los que circulaban por el lugar ya que manejaban de forma peligrosa”, apuntó la joven.
Al llegar en la esquina de la escuela “Niño Jesús de Praga” el efectivo de apellido Cáceres intentó apaciguar los ánimos e intentó intimarles para “arreglar” la situación. Les dijo que su colega estaba “nervioso y ofuscado nomás”. Mientras tanto, el suboficial Fernández le decía que si no hay ninguna “lesión grave” hacia su hermanito no es legal y “que lo que nosotros dijimos es difamación y calumnia hacia su persona”, indicó la chica.
Mencionó que pidió auxilio al 911, pero “brilló por su ausencia (como siempre)”, tecleó la muchacha. “En todo momento denota lo bizarro que fue todo ya que NOSOTROS (civiles) perseguiamos a la patrullera, después de que hayan agredido a mi familia”, finalizó.
Comisario negó agresión
El comisario Arturo Enicso, jefe del Puesto Policial número 4 San Miguel de Capiatá, jurisdiccional al hecho comentó a EXTRA que en realidad lo que hacían los policías no era una barrera, sino desviar el tránsito por la calle empedrada debido a que un camión de gran porte sufrió un desperfecto.
“Sobre ruta PY02, a cien metros aproximadamente había un control de la patrulla caminera y presumiblemente para evadir este control, esta persona entró en la calle empedrada y se encontró con el vehículo que obstaculizaba el tránsito y el personal dirigiendo el tránsito”, detalló el uniformado.
El uniformado dijo que podía avanzar una cuadra más para continuar su trayecto y por eso se molestó el conductor. Refirió que, de acuerdo con la versión de los suboficiales a su cargo, fue la familia la que empezó a agredir verbalmente a los agentes y que, ante la situación aparentemente los policías también se pusieron nerviosos y hubo una agresión verbal mutua.
Enciso mencionó que no existe denuncia formal del hecho más que la publicación en redes, asegurando que la agresión contra el menor de edad, en realidad no existió.