Alejandra Cáceres Solano López, denunciante, afirma que en el tribunal ya anteriormente una funcionaria se suicidó por un caso similar a lo que le pasa a ella.
Un escándalo de proporciones saltó en el Poder Judicial tras la denuncia de acoso sexual que presentó la actuaria Alejanda Cáceres Solano López contra su compañero de trabajo al que acusa de manoseos y besuqueos. El caso causó revuelo tras la difusión en Facebook de una serie de relatos donde la funcionaria los detalles del suplicio que sufre desde hace un año y medio, según afirma.
La denuncia presentada a la Superintendencia de la Corte solo fue remitida a la fiscalía luego de las publicaciones en la red social y Alejandra Cáceres fue comisionada a otro juzgado. La acusación es contra Jorge Luis Barreto, hijo de una camarista.
“Me hiciste mucho daño, en un momento perdí las ganas de vivir, y vos lo sabes, ya no entendía porque yo tenía que soportar que un tipo casado como vos me toque, me hiciste perder la fé en lo bueno de la vida”, escribió la funcionaria en su Facebook, generando numerosas reacciones.
“Perdí dinero y mi trabajo de docente en el extranjero de la depresión que me causaban tus besos en mi cuello y tuve que retroceder volviendo a la casa de mis padres”, agrega, señalando que su agresor iba a tocar su timbre para molestarla. “Me hostigabas por todos los medios a soportar tus actos sexuales sobre mi cuerpo, y por cualquier cosa que se te ocurra torcer mi voluntad, escribió además.
La denunciante refiere que recibió numero apoyo, incluso desde el exterior y acotó: “Solo tres mujeres trastocadas me agredieron” y refiere que una actuaria judicial le llegó a decir: “El que busca encuentra”. Asegura que recibió 16 llamadas de mujeres que pasaron lo mismo que ella y que terminaron “en sillas de rueda, con parálisis facial, con fibromialgia”.
Afirmó también que en el Palacio de Justicia ya hay antecedente de una funcionaria acosada que se tiró del décimo piso. “Allá por el 2005 cuando ingresé la gente comentaba eso y que el noveno era su piso favorito, el que recorría como alma en pena (…) No sabía que se había suicidado por un hecho como el mío, es lo que me contaron. Me dijeron que la mujer era del Registro Automotor”, agrega en su Facebook.