La zona no cuenta con ningún cajero.
Ña Digna González, a sus 73 años, fue beneficiada con el subsidio de la tercera edad y, para cobrar su platita, cada fin de mes envía a su hija Belén Almada para que se encargue de retirar los G. 500.000 que le corresponde. Sin embargo, ese dinero nunca llega completo a la casa, debido a que en el distrito de Raúl Arsenio Oviedo no hay cajero automático. Esto los obliga a recurrir a una estación de servicios, donde se les descuenta por cada extracción.
“Cajero solamente hay en Campo 9 y ya queda lejos, somos pobres y muchas veces necesitamos del dinero urgente y no nos queda de otra que ir hasta el surtidor, pero ahí nos cobran G. 30.000, supuestamente eso equivale al pasaje que pagaríamos si nos vamos hasta Campo 9”, relató Belén. Según señaló la mujer, hay meses en que incluso les cobran más.
Laura Paredes cobra G. 341.000 a través del programa Tekoporã. Ella contó que hay un comercio en la zona donde suele ir a sacar su dinero. “Ahí nos sacan G. 17.000 si no compramos nada, pero en caso de que queramos traer algo nos piden que sea por valor de G. 70.000 y ahí recién nos dan el vuelto”, denunció.
Autorización
Araceli Cristaldo, funcionaria de la Red Dinelco, en contacto con EXTRA, señaló que dicho surtidor efectivamente está autorizado a pagar a través del post (maquinita) a los abuelitos, pero aclaró que no deben cobrar un solo guaraní por el servicio.
Por su parte, la gente de la Secretaría de Acción Social (SAS) prometió investigar el caso y ofrecer una solución a los beneficiarios. De igual manera desde el BNF también se comprometieron a intervenir en el caso.