23 abr. 2024

Abuelito de 81 años se crucificó porque está harto de los barullentos

Don Rodolfo, un abuelito de 81 años, que vive en Puerto Antequera, lleva meses sin dormir bien por culpa de vecinos.

No es Viernes Santo, pero en el barrio Sagrada Familia de Puerto Antequera, San Pedro, la Semana Santa parece haberse adelantado.

Una crucifixión en plena calle y de madrugada alborotó a toda la comunidad. Don Rodolfo Bael (81) y su esposa Brígida Ibarrola (75) armaron el escenario de la simbólica protesta porque están hartos del barullo.

“A eso de la 01:00 se fue y con la ayuda de mi abuela se colgó por ese poste, ya no podía dormir”, contó a EXTRA, Magdalena Bael, nieta de Rodolfo. Desde hace meses estos abuelitos sufren por no poder dormir bien debido a la música a todo volumen que ponen sus vecinos. Entonces Don Rodolfo como si fuera Jesucristo, se ató con piola por un poste en forma de cruz frente a su casa.

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“Yo me fui de vacaciones en enero y ahí me di cuenta de lo que estaba pasando, mi abuelo una madrugada se levantó y me contó que no podía dormir estaba muy nervioso, él tuvo un derrame hace poco, ellos se habían mudado en la isla de enfrente, por la misma razón y ahora es lo mismo”, agregó la joven.

Escrache

Impotente ante la situación ya que a pesar de las denuncias no hacen caso, Magdalena decidió mandar al frente a los inadaptados a través de un escrache en Facebook. Responsabilizó a Olga Recalde, quien irónicamente es secretaria de la Oficina de Adultos Mayores de Puerto Antequera y a su marido Konrad Benegas Brassel, de convertir en una discoteca su casa e impedir que los demás descansen.

“Le pedí en varias ocasiones que bajen el volumen, ella me decía que lo haría, pero era mentira, farrean hasta las 03:30 a veces”, señaló la nieta quien expuso los chats con Olga. En los mensajes la mujer admite el hecho pero no soluciona. Quisimos obtener las versiones de Konrad así como de Olga pero no respondieron.