La abuela se consideró una persona muy respetuosa. Los años pasaron, pero María Pereira de Servín recuerda como si fuera ayer su primera intervención siendo enfermera. En 1942 empezó con esta práctica y se hizo profesional observando en los hospitales. “Al estilo soldado, no me fue nada fácil”, dijo.
La abuela de 90 años es oriunda de Edelira, zona de Itapúa. Rememoró cuando personas de escasos recursos le pedían ayuda, a cualquier hora. Gracias a su intervención nacieron 5.000 bebés.
“Tenía amigos que me mandaban algunos remedios del continente europeo, era gratis, nunca cobré un centavo por la atención, era mi trabajo”, señaló. Relató, además, que uno de los episodios que marcó su vida fue el duro año 1943, cuando muchas mujeres embarazadas morían por culpa de la epidemia de la fiebre amarilla. “Los medicamentos que se usaban en esa época venían en idioma alemán y yo no entendía”, sostuvo.
Jubilación
Doña María se considera una mujer muy patriota y por eso reclama su jubilación. Si bien no cobra el salario de la tercera edad, porque dice que hay personas que necesitan más que ella, sueña con obtener ese reconocimiento a su labor y sacrificio de tantos años.