Faltaban algunos minutos para las 11:00 de la mañana el domingo, cuando Reinalda Reyes Vázquez fue sorprendida por un vecino, don Felipe Dejesús Acosta Cardozo, de 68 años. El hombre ingresó a su domicilio ubicado en el barrio Fátima de la localidad de Santa Bárbara, departamento de San Pedro, con un feroz machetillo en mano.
En el sitio se encontraba Reinalda con sus padres y sus tres hijos menores de edad, que ni siquiera supieron cómo reaccionar, hasta que el hombre se retiró del lugar a pedido de los dueños de casa.
Felipe Dejesús salió de allí e ingresó a su casa, ubicada al lado mismo, pero no contento con lo que había ocurrido decidió regresar. Esta vez lo hizo con un rifle de aire comprimido adaptado para municiones calibre 22 mm y, entre gritos, empezó a realizar tiros, perforando el techo de su vecina.
En medio del alboroto, los dueños de casa dieron aviso a los agentes de la comisaría 28 local, quienes raudamente llegaron al sitio. Encontraron al hombre en completo estado de ebriedad.
El mismo justificó su actuar diciendo que se puso nervioso porque le prestó G. 500.000 a su vecina ya hace algún tiempo, pero ella jamás le devolvió. Por ese motivo, bajo los efectos del alcohol, fue a requerir violentamente.
Sin embargo, vecinos de la zona aseguraron a los oficiales que no es la primera vez que don Felipe actúa de este modo, pues aseguran que cada vez que ingiere bebidas alcohólicas realiza tiros al aire, poniendo en riesgo a todo el vecindario.
El hecho fue comunicado al fiscal de turno Alberto Torres, quien imputaría a Acosta Cardozo por violación de domicilio, producción de riesgos comunes y violación a la ley de armas. Eventualmente podría ser imputado por otros hechos punibles.