Buenos tiemposLos Bogado-Quintana, en la boda de uno de sus hijos. Dos personas de la foto ya no están, el papá de Agustín falleció el año pasado. “Se fue cargando esta tristeza”, dijo doña Emma.
Hoy, como desde hace 3 años, doña Emma Quintana visitará el cementerio Jardín de la Pazde Lambaré, donde descansa Agustín Bogado, el joven asesinado a sangre fría “por placer”. Nada ha sido fácil para su familia, que rema a diario entre recuerdos, pero reconfortados porque se hizo justicia.
La familia Bogado vivía en la casa donde ocurrió el crimen, en el barrio San Cristóbal de la capital. En diciembre del 2014 decidieron mudarse al barrio Trinidad. “Es muy difícil luchar contra los recuerdos, toda la familia quedó afectada”, contó a EXTRA la mujer.
Para ella, la pérdida de su hijo es una herida que todavía sangra. “Hasta hoy para nosotros es como si fuese ayer, lloramos todos los días, el dolor es muy grande. A mí particularmente me duele muchísimo la forma en que mi hijo partió de este mundo”, dijo en medio del llanto.
A doña Emma le resulta demasiado difícil perdonar a quienes le arrebataron a uno de sus mayores tesoros. “Hay un perdón de boca, pero tal vez el tiempo lo materialice. Ahora es muy doloroso, todo es muy reciente. Con la ayuda de Dios, tal vez podamos perdonar de corazón”, reconoció.
La señora también señaló que, si tuviera de frente a su hijo, le diría que hicieron lo mejor que pudieron para que los asesinos paguen todo el dolor que han ocasionado.
Agustín debió cumplir 36 años el 21 de septiembre. Sus familiares celebraron en su honor una misa en la iglesia San José Obrero, para luego compartir un brindis con sus amigos más cercanos, donde también festejaron que se hizo justicia.