28 mar. 2024

Wanchope llegaba tarde y era cervecero

Ayala reconoció los errores y vicios de su carrera.

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Sincero como pocos, el exfutbolista Néstor Ayala que pintaba para llegar mucho más alto de donde alcanzó jugar, habló de los errores y vicios en los que cayó para quedarse por el camino.

El campeón con el Chanchón en el 2007, quien fue convocado a la Selección Nacional ese mismo año anotando un gol en la Eliminatorias ante Ecuador, hasta pudo haber sido mundialista en el 2010.

“Pasé grandes momentos en mi carrera, ese torneo con Luqueño fue genial. Quizás lo que me reprocho fue no haber ido a Sudáfrica, tuve la oportunidad y no la aproveché por una indisciplina”, mencionó.

Wanchope admitió que estando en el equipo auriazul de la República solía aparecer 20 a 25 minutos tarde a los entrenamientos y cometió el mismo pecado en la Albirroja, y no le perdonó un DT argentino.

“Llegué dos horas después de la hora establecida por el profe, se me hizo tarde porque se me descompuso el auto y sabemos que el Tata (Gerardo Martino) era exigente. Me habló bien, me dijo que lastimosamente no iba a contar conmigo por la indisciplina y tuve que dejar la Albirroja”, contó.

ALCOHOL Y MUJERES

El dalantero recientemente retirado confesó su debilidad por la rubia espumante y reconoció que no se cuidaba cuando chutaba profesionalmente.

“Yo era más de la cerveza que el vino, como se dice: un cervecero. Jugábamos antes 8 vs. 8 y había una canchita de piki también. Dos a tres cajas le metíamos y comíamos choricitos después de jugar con los muchachos, pero a veces concentraba los viernes y no podía. En época de vacaciones solíamos estar hasta las 2:00 de la madrugada”, detalló.

Para completar el combo, Ayala tampoco supo ahorrar la plata que ganó.

“Lastimosamente malgasté mucho dinero, uno conoce varias amigas como dicen por ahí, pero ahora uno debe saber economizar y valorar lo que tiene. No me quejo, vivo bien”, indicó.

Tras desplomarse su carrera con esos antecedentes, la gente transformó su apodo a Wanchupi, el cual no le picha al expoelotero.

“No me molesta que me llamen así, a veces el pasado a uno le condena, por estar tomando en la esquina ya te tratan de borracho”, dijo a la 970 AM.

UN EJEMPLO A NO SEGUIR

Tras haber colgado los botines, Wanchope vio todo lo que perdió y en base a su experiencia aconseja a los mitã’i de su escuela de fútbol, en Kamba Cua, a tomar un camino totalmente opuesto al que él decidió transitar.

“Me arrepiento de haber hecho eso, por ello hoy les inculco a las criaturas a que no caigan en eso, a no hacer lo que yo hice”, comentó.