“Hola ¡buen día! Mba’éichapa, mba’éiko rejapo (qué tal, qué andas haciendo), dijo Verónica Franco, al entrar a la casa de su abuela, en Tobatí, Cordillera, tras volver después de 8 años de España.
La abuela, quien no la reconoció, le saludó respondiendo que estaba trabajando por sus plantas. “Reg̃uahe che ama”, le dijo mientras iba sacando las cosas que estaban sobre las sillas para que se siente.
En eso, la nieta le dice si no le va a dar un beso y un abrazo, a lo que la abue le dice: “Por qué no, si yo quiero luego besar a las personas lindas”, riendo y abrazando a la “extraña”. En eso, Vero ya no se aguantó y le preguntó si la conocía y la doña le respondió “no”.
Se le quedó mirando fijamente y soltó una carcajada gritando “roikuaama ¡che princesa ningo!” y estalló en llanto diciendo: “Rohecha jey va’era mbora’e che memby. Pea la sorpresa más linda arrecibia este día” (Tenía que volver a verte había sido mi hija. Esta es la sorpresa más linda que recibí hoy).
En un momento dado, la señora se sintió un poco mal, de tanta emoción y le dijo a su querida nieta que le haga sentar, o si no se iba a caer.
“Tranquilizate nomás ya abuela, ya estoy acá”, le dijo Vero, pero la doña no la dejaba de abrazar.
“Anhelé este momento desde el día 1 que estuve lejos de ti abuela, mi reina, mi vida entera. Prometimos volvernos a ver y así lo hicimos”, escribió la compatriota en su Tik Tok.
Como su llegada fue de sorpresa, nadie sabía que ella estaba por Paraguay y fue a visitar a su mamá, a quien encontró en la calle, pero tampoco la reconoció. La abrazó y todo, pero no sabía quién era, hasta que le miró fijamente y se echó a llorar en los brazos de su hija. “Vine de sorpresa después de casi 8 años en España y mamá no me reconoce”, publicó.
También fue junto a su papá, quien estaba laburando, a él desde lejos al parecer ya le tenía cara conocida, pero tampoco supo que era su hija, pero cuando se dio cuenta de que era su pequeña, la abrazó muy fuerte y lloró de emoción.