Yuri Tolochko, el fisiculturista ruso que fue conocido mundialmente el año pasado tras casarse con una muñeca inflable, volvió a acaparar las redes sociales hace unos días luego de contar que ahora su corazón pertenece a un objeto que nunca había imaginado amar y desear sexualmente: un cenicero.
El hombre señaló que ya está oficialmente divorciado de Margo, la muñeca sexual con que se casó legalmente, además de que ya no tiene relaciones con las dos nuevas muñecas que “conoció” hace unos meses y con las que le fue infiel a su ahora exesposa.
Mencionó que en un farra con amigos tuvo un flechazo en el corazón con el cenicero. Se acercó al objeto y comenzó a olerlo. “Me gustó su olor, el toque de metal en la piel, es fantástico, me gusta, me emociona. Además me encanta que no sea un cenicero nuevo, pese a que soy consciente de que fue usado por muchas personas antes”, dijo, según reportó New York Post.
Tolochko indicó que su afición y amor hacia objetos comenzó hace varios años y que es un sentimiento diferente al de humano a humano, en lo sexual, destacó que tampoco vería inconvenientes con “meterse” con el cenicero y que incluso le pediría tener una relación de noviazgo, así como pasó con la muñeca sexual.