El caso de Horacio Cartes no terminará solo con su designación de “significativamente corrupto”, por parte de EE. UU., sino que podría derivar en un pedido de extradición a ese país del expresidente, según advirtió el exjefe de operaciones de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Mike Vigil.
“Las evidencias serán revisadas por los fiscales federales, analizarán si es contundente para hacer una acusación formal; de hacerlo, en ese caso, podrán solicitar la extradición. Es un proceso largo”, señaló el experto, en comunicación con radio Monumental 1080 AM.
Aseguró que la Justicia de su país no realiza ninguna acusación sin tener las pruebas suficientes.
“Los Estados Unidos van a utilizar todas las herramientas que tienen en investigaciones para hacer acusaciones formales”, explicó.
Dijo que esta designación que afecta al exmandatario es una de las formas que el Departamento de Estado norteamericano “busca eliminar la corrupción en los países”.
“En este caso se habla que él (Cartes) obstruyó una investigación para protegerse y proteger a un amigo. Las informaciones vienen siempre del Departamento de Justicia”, apuntó.
El embajador de EE. UU. en Paraguay, Marc Ostfield, informó en rueda de prensa, realizada el viernes pasado, que fueron canceladas las visas de Horacio Cartes y de sus hijos Juan Pablo, Sofía y Sol Cartes, por lo cual tienen prohibido ingresar a ese país.
El diplomático adelantó en esa ocasión que el Gobierno de su país seguirá incluyendo a paraguayos en la lista de personas significativamente corruptas.
Vaticinan que se irá en 90 días
El polémico ingeniero Luis Aníbal Schupp había vaticinado que dentro de tres meses, Cartes “se va preso y esposado” a EE. UU.
“En 60 días viene el pedido de extradición y, a partir de ahí, desde que llegue el pedido de extradición, a los 90 días, él se va”, dijo ayer en contacto con Monumental 1080 AM.
Agregó que le darán “cadena perpetua; le va a salir 300 años (de cárcel)”, de manera de que no pueda salir en libertad, “ni si el Gobierno o un juez federal o un secretario de Estado de la Justicia americana ya no lo pueda liberar”.