Cartes también elogió a la mujer en su discurso. Foto: SICOM. “Gracias especiales a las personas e instituciones que colaboraron con esfuerzo y dedicación en la preparación de este viaje y para que aquí me sienta en casa. Y no es difícil sentirse en casa en esta tierra tan acogedora”, empezó Francisco su discurso en el Palacio de López, este viernes.
“Paraguay es conocido como el corazón de América, no solo por la posición geográfica, sino también por el calor, la hospitalidad y cercanía de su gente. Ya desde sus primeros pasos como nación independiente y hasta épocas muy recientes, la historia de Paraguay ha conocido el sufrimiento terrible de la guerra, del enfrentamiento fratricida y de la conculcación de los derechos humanos. Cuánto dolor y cuánta muerte, pero es admirable el tesón y el espíritu de superación del pueblo paraguayo para rehacerse ante tanta adversidad y seguir esforzándose por construir una nación próspera y en paz, aquí en el jardín de este palacio que ha sido testigo de la historia paraguaya, desde cuando solo era rivera del río y los usaban los guaraníes para los acontecimientos contemporáneos”, manifestó Jorge Bergoglio.
Mujer paraguaya
Pero lo que más ama sin duda del Paraguay el líder católico es la valía de la mujer paraguaya. A ella como siempre, le dedicó las más especiales palabras.
“Quiero reconocer con emoción y admiración el papel desempeñado por la mujer paraguaya, en esos momentos tan dramáticos de la historia. De modo especial, esa guerra inicua, que llegó a destruir casi la fraternidad de nuestros pueblos. Sobre sus hombros de madres, esposas y viudas, han llevado el peso más grande, han sabido sacar adelante a sus familias y a su país, infundiendo en las nuevas generaciones, la esperanza en un mañana mejor. Dios bendiga a la mujer paraguaya, la más y gloriosa de América”, expresó ante el aplauso del auditorio.
Corrupción y narcotráfico
“Los animo a que sigan trabajando para consolidar las instituciones, que den la respuesta justa a sus ciudadanos. En todos los ámbitos de la sociedad, se debe potenciar el diálogo, no hay que detenerse en el conflicto. Sé que existe una firme voluntad para desterrar hoy la corrupción en el Paraguay. Que no haya más víctimas por la corrupción y el narcotráfico”, aseveró.
Basta de palabras hirientes
“Quiero rendir tributo a esos miles de paraguayos sencillos cuyos nombres no aparecen escritos en los libros de historia, pero que han sido y siguen siendo protagonistas de su pueblo”, señaló Francisco.
“Un pueblo que olvida su pasado, su historia, sus raíces, no tiene futuro. Es un pueblo seco. Nunca más guerras entre hermanos. Construyamos siempre la paz del día a día, una paz de la vida cotidiana, donde todos participamos, evitando gestos arrogantes, palabras hirientes, actitudes prepotentes y fomentando en cambio, la comprensión, el diálogo y la colaboración”, dijo en su mensaje.