Los padres y hermanos del policía Edelio Morínigo asistieron a la multitudinaria misa campal del papa Francisco en el predio de la Fuerza Aérea, en Ñu Guasu. Una fuerte crítica a los obispos del Paraguay y a las autoridades nacionales lanzó ayer Obdulia Florenciano, madre del policía Edelio Morínigo, secuestrado hace más de un año por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Fue tras finalizar la misa del Papa en el predio de la Fuerza Aérea en Ñu Guasu, al ser abordada por algunos periodistas extranjeros y locales. “Los obispos de Paraguay nunca se acercaron junto a mí”, dijo la dolorida madre, al cuestionar que “ayer nomás el Papa estaba informado que en Paraguay hay una persona privada de su libertad y eso me duele demasiado”.
También cuestionó a las autoridades nacionales, porque “yo tengo que procurar para llegar acá a Asunción –a 600 kilómetros queda mi casa–, para hablar con el Presidente o con el ministro del Interior y eso es una lástima”.
“Que le liberen”
Como un mensaje a las autoridades, pidió al borde del llanto “que procuren liberar a mi hijo sano y salvo, y que no haya rescate”. Luego se dirigió al EPP, con el mismo reclamo: “Que le liberen a mi hijo, solamente eso, porque nada le presiona al Gobierno tener a un hijo de pobre secuestrado”