El inicio de la gira del Papa a Latinoamérica tuvo su primera parada en tierras ecuatorianas. En su primer contacto con la gente en la ciudad de Quito a bordo del papá móvil, cientos de personas salieron a las calles para saludarle, tirándole flores y pétalos de rosas. En su recorrido los fieles le gritaban “viva Francisco”, “viva el Papa”, “bienvenido” y aplaudían.
Luego de que el presidente ecuatoriano Rafael Correa, diera su discurso de bienvenida al sumo pontífice, enfocándose más en cuestiones políticas y quejándose por la diferencia que hay en su país entre los pobres y ricos. El Papa auguró buenos deseos al mandatario. “ Le agradezco su consonancia con mi pensamiento. Me ha citado demasiado. Gracias. Ojalá que pueda lograr lo que quiere para el bien de su pueblo”, argumentó.
El sumo pontífice agradeció por la oportunidad de volver a Latinoamérica y a todos los que le han abierto las puertas de su corazón. “En el presente, nosotros también podemos encontrar en el evangelio las claves que nos permitan afrontar los desafíos actuales, valorando las diferencias, fomentando el diálogo y la participación sin exclusiones, para que los logros y todo este progreso en desarrollo que se está consiguiendo se consolide y se garantice un futuro mejor para todos, poniendo una especial atención en nuestros hermanos más frágiles y en las minorías más vulnerables que son la deuda que todavía toda América Latina tiene. Para esto, señor presidente, podrá contar siempre con el compromiso y la colaboración de la Iglesia , para servir a este pueblo ecuatoriano que se ha puesto de pie con dignidad”.
Culminó su primer contacto con los ecuatorianos con un mensaje de paz, para luego rezar el “Padre Nuestro” ingresando nuevamente a la sede de la Nunciatura, dejando contentos y emocionados a los fieles. “Voy a bendecirlos para que vayan a descansar y dejen dormir a los vecinos”.