13 dic. 2024

Con sus obras tocarán música para el Papa

El éxito de los chicos no se hubiera cumplido sin el talento de "Colá" para la creación de instrumentos. El éxito de los chicos no se hubiera cumplido sin el talento de “Colá" para la creación de instrumentos.

A Nicolás Gómez se lo conoce como “Colá", es el que fabrica los instrumentos de la orquesta de Cateura, los más célebres representantes del Bañado Sur en el mundo, quienes tocarán ante el Papa el sábado 11 de julio en el León Condou.

“Estoy feliz porque todos los chicos quieren tocar para el Santo Padre. Son muchos los que se van a sumar para ese día. Por eso Fabio me pidió más instrumentos”, manifestó Nicólas a EXTRA. “Colá" se despierta a las 05.00 para arrancar con su trabajo. “Ahora me faltan 5 de los 16 violines y 2 violas más”, dijo.

En el rostro se refleja la alegría de saber que sus obras serán protagonistas frente al Papa. “Hace 8 años que estoy escuchando que mis instrumentos suenan en grandes eventos y este será uno de ellos”, expresó el fabricante.

En total son 50 músicos, que en su mayoría son vecinos del vertedero de Cateura, quienes subirán al escenario ante Francisco. “Va a ser la primera presentación importante de varios de ellos. Saben que no siempre viene un Papa al país. Si yo le llego a ver a Francisco le voy a decir: ‘gracias por venir, buen viaje’”, expresó “Colá".

Ensayos

Nicolás reconoce el trabajo de los chicos porque los ve practicar y desarrollarse en el local propio que posee la orquesta de Cateura que aún está en construcción en el Bañado Sur. “Acá en el fondo tengo mi taller. Me pone muy contento ver que aprenden música”, dijo Colá, quien sabe del origen humilde del Papa. “Será una gran experiencia para todos”, finalizó.

A fabricante de instrumentos

Nicolás Gómez (58) es de Emboscada y antes de instalarse en el Bañado Sur, en 1988, fue picapiedrero en su ciudad. Luego fue constructor para después convertirse en ganchero. “Un 16 de agosto de 2008 fabriqué el primer instrumento con un colador de fideo y dos latas”, expresó. Los instrumentos que crea valen mucho en Europa. “Un cello (chelo) se llegó a vender por G. 36 millones”, dijo.