El Senado mexicano fue escenario de una situación insólita jamás antes vista.
Ayer, en un acto promovido por uno de los legisladores de nombre Adolfo Gómez, sacrificaron a una gallina, supuestamente para ofrendar su sangre a Tlaloc, el Dios prehispánico de la lluvia.
De esta forma, el parlamentario decía que estaban “invocando” a la lluvia ante la gran sequía. Esta situación armó tremendo escándalo, y los activistas animaleros están preparando una denuncia penal contra Gómez.
La inédita escena era transmitida en redes sociales oficiales del Legislativo, pero fue interrumpida momentos después de que uno de los participantes, con el tronar de tambores de fondo, degollara a la gallina para recuperar la sangre en una vasija.
Horas más tarde, la mesa directiva de la cámara, controlada por el oficialismo, se deslindó de los hechos y dijo que era responsabilidad individual de Gómez.
El Legislativo “no respalda de ninguna manera los hechos acontecidos y tomará las medidas disciplinarias pertinentes con el senador responsable”, señaló un comunicado.
Gómez se escudó en las tradiciones indígenas para justificar la ceremonia. La constitución consagra que “se tienen que respetar las prácticas de los pueblos originarios”, he’i.
Animaleros arman una demanda
Grupos defensores de animales recordaron que en Ciudad de México está prohibido el maltrato y sacrificio de animales.
La organización Anima Naturalis México informó en la red social X que denunciará al legislador oficialista ante la fiscalía de la capital y convocó a una protesta.
Recordaron que el artículo 25 de la Constitución mexicana detalla que “usar animales para celebrar ritos o tradiciones en las que se afecte su bienestar está prohibido”.