Un peque de solo un añito, jugaba en el patio de su casa en la India cuando vio una víbora “cobra”, especie muy venenosa y su reacción fue algo ingueroviable.
En su inocencia, lejos de asustarse, al ver al reptil moverse, lo agarró y metió su cabeza en su boca y ¡empezó a morderla! ¡Ñandejara!
Pero el médico que lo atendió dijo que esta acción fue lo que lo salvó. “Nos dimos cuenta de que era una cobra, nos abalanzamos sobre él y vimos que se había metido la cabeza de la cobra en la boca y le mordía con sus dientes”, contó Matisari Devi, la abuela del afectado, a la BBC.
El niño se desmayó y se le hinchó toda la cara, sobre todo la boca, según explicó el médico que lo atendió, pero por fortuna pudieron atenderlo y está fuera de peligro.
¿Qué pasó?
El galeno explicó por qué es que morder la cabeza de la serpiente salvó a este niño. “Cuando una cobra muerde a un humano, su veneno entra en el torrente sanguíneo y causa neurotoxicidad, que afecta al sistema nervioso. Esto puede causar hasta la muerte”, contó.
“Pero si un humano muerde una cobra, el veneno llega a nuestro sistema digestivo. El cuerpo humano lo neutraliza y lo expulsa”, agregó.
La India es conocida como “la capital mundial de las mordeduras de serpiente”. En los últimos años aumentaron la cantidad de muertes por mordeduras. La “Cobra” es una de las más venenosas.