Una manifestación en el centro de Dallas, en protesta por la muerte durante la semana de dos ciudadanos negros a manos de la Policía en Luisiana y Minnesota, terminó de la peor manera.
Disparos y caos
Los primeros disparos se confundieron con fuegos artificiales, pero la zona degeneró en un escenario de pánico y caos, cuando los disparos comenzaron a salir de la nada. Se produjo una desbandada general, y civiles y policías se cubrían detrás de autos y se protegían en edificios. “No vi a nadie más ser baleado, solo a los policías... aquí a plena vista”, dijo un testigo a la NBC.
El fin
Cinco oficiales de la policía murieron y 7 quedaron heridos, además de 2 civiles. Un sospechoso se escondió en un estacionamiento en El Centro College y murió por un artefacto explosivo manejado por un robot tras negociaciones que duraron horas.
En esas negociaciones, dijo que estaba molesto por las muertes de afroamericanos a manos de policías y que quería matar policías blancos; afirmó que no pertenecía a ninguna organización regular.
Fue identificado como Micah Johnson de 25 años, sin antecedentes policiales y reservista del Ejército, movilizado en Afganistán entre noviembre de 2013 y julio de 2014. En su vivienda, en una ciudad cercana a Dallas, encontraron materiales para fabricar bombas, chalecos antibalas, fusiles, municiones y un diario personal de tácticas de combate.