La experiencia lo marcó y pensó en no ser más Papá Noel, pero finalmente, decidió en esta Navidad ponerse el traje rojo, “por los niños y por mí”. Con su largo cabello blanco y sus bigotes curvados, Eric Schmitt-Matzen es un conocido Santa Claus de Knoxville, Tennessee, EE.UU.. Matzen es un ingeniero mecánico de 60 años, y un día que llegaba a su casa, recibió una llamada.
La urgencia
Era una enfermera de un hospital de la zona, quien le dijo que lo necesitaban con urgencia, ya que había un niño muy enfermo, de 5 años, que quería ver a Papá Noel antes de morir y no perderse la Navidad.
Según univision.com, Schmitt-Matzen, ya como Papá Noel, llegó en 15 minutos a la terapia intensiva, donde estaban la mamá del niño y otros miembros de la familia. Ellos le dieron un juguete para que le entregara al pequeño. “Déjenme a solas con él”, pidió Eric.
El encuentro
Cuando entró, el niño estaba recostado, muy débil y a punto de dormirse. Me senté en su cama y le pregunté: ‘Decime, ¿qué es eso de que te vas a perder la Navidad? ¡No hay manera de que te pierdas la Navidad, sos mi elfo número uno!’”, contó Schmitt- Matzen. El niño lo miró y le preguntó: “¿Lo soy?”. Él respondió: “seguro que sí” y le dio su regalo.
Con dificultad, el chico abrió el paquete, vio lo que había y dibujó en su cara una gran sonrisa. “Ellos dicen que me voy a morir”, dijo el chico. “¿Podés ayudarme?” Schmitt- Matzen lo abrazó. “Antes de que pudiera decirle algo, murió”, cuenta.
Los días posteriores
Sucedió hace un mes y medio, pero recién se supo ayer por los medios locales. Schmitt-Matzen corrió por los pasillos y lloró por días en su casa. Pensó en abandonar su “trabajo”, pero se dio cuenta del papel que cumple para los niños. Esta anécdota marcó su vida y recuerda, aún con lágrimas, al niño de 5 años: “Estaba más preocupado por perderse la Navidad que por morir”, dice.