Ana María Pérez, en el lugar y con el vehículo en donde fue multada. Considera la condena una injusticia porque no había otro lugar por donde circular. La supuesta infracción ocurrió hace un tiempo, cuando Ana María Pérez, una vecina de Fuengirola, en Andalucía, España, y con una minusvalía reconocida del 86%, recorría la calle Montemayor con su silla eléctrica, como hacía siempre.
A contramano
Ella reconoce que siempre usa esa calle en sentido contrario al tránsito por una simple razón: no hay una vía alternativa adecuada para que ella pueda circular con su silla. Pero esta vez fue diferente: un policía de tránsito la detuvo y le dijo que podría recibir una multa.
Según informa 20minutos.es, ella lo tomó a broma. Pero no era una broma: en unos días recibió la notificación de la multa de 500 euros por una “infracción muy grave ”.
Pelea judicial
Ana María decidió pelear la resolución, apelando a que como no tenía otra vía para circular, era el único camino posible para ella. Su reclamo no fue en vano: obtuvo una rebaja y las autoridades le dejaron la multa en 200 euros, rebajándola a “falta grave por conducción negligente”.
Pero ella no quedó satisfecha y ha recurrido para lograr una anulación completa, ya que lo considera una injusticia. Para su hijo, la rebaja en la multa es como decir “no hemos equivocado, pero queremos que pague para no dar el brazo a torcer”. En estos días se realizaría la audiencia final de este caso.