El magnate Jeff Bezos, su hermano Mark, la pionera Wally Funk (82) y un joven llamado Oliver Daemen se pegaron un viajazo.
Estas personas inauguraron lo que podría ser el “turismo espacial”, si bien duró poco más de 10 minutos, los tripulantes pasan a la historia de la astronáutica.
“El mejor día de mi vida”, se le escucha decir emocionado a Bezos, cuando salió de la cápsula que lo trajo de vuelta a la Tierra.
Viajeros con historias
Funk es una piloto que perteneció a grupo de “mujeres Mercury 13”, aspirantes a astronautas en 1961, pero nunca pudo realizar su sueños de estar en el espacio. Lleva 60 años esta oportunidad. Según indicó, la NASA apartó las mujeres por un tema de machismo. Ella se convirtió en la persona más vieja en estar en el espacio.
Daemen, el muchacho de 18 años, es hijo de un rico holandés, se vuelve la persona más joven en convertirse en astronauta, quien de “chiripa” fue el cuarto integrante de la nave, ya que la persona que en principio pagó 23,7 millones de euros renunció a su lugar por “problemas de agenda”. Cosas de platudos.
Los Bezos también pasan a la historia por ser los primeros en hermanos en coincidir en un vuelo espacial.
“Frontera espacial”
El cohete New Shepard, de la compañía Blue Origin, pilotada desde una computadora, impulsó la cápsula de los viajeros hasta los 100 kilómetros. Ahí se pudieron liberar los cinturones para flotar unos minutos por la falta de gravedad que se registra a esa distancia.
Esta nave homenajea al primer astronauta estadounidense, Alan Shepard y fue probado con éxito 15 veces, en las instalaciones del millonario en Texas (EE.UU), en donde justamente se realizó este vuelo.