Terminó ayer a la mañana la frenética visita del Papa a Nueva York. El viernes, el pontífice fue ovacionado por decenas de miles en el Central Park y ofició una misa en el Madison Square Garden. Francisco pidió un sobrevuelo sobre la Estatua de la Libertad, al abandonar la ciudad.
PROBLEMAS FÍSICOS
Un pequeño susto se dio en el momento de abordar el avión cuando, por efecto del viento, sus ropas y el maletín, tropezó y casi cae en la empinada escalera de la aeronave.
En realidad Bergoglio, de 78 años, tiene problemas de movilidad, camina lentamente, renguea y cuando sube a un altar o un atrio, un sacerdote lo asiste discretamente, aunque a él parece no gustarle mucho esa ayuda. Federico Lombardi, vocero del Vaticano, reconoció que el Papa sufre dolores en la cadera y es sometido a sesiones de regulares de fisioterapia.
“NO SE DESANIMEN”
Ya en Filadelfia, el Papa instó ayer a las decenas de miles de inmigrantes que lo fueron a ver al Independence Mall a que “no se desanimen” y “no se avergüencen nunca”.