
El proceso de “impeachment” terminó ayer con el mandato de la primera presidenta mujer del Brasil y con 13 años de gobierno de su partido. Dilma Rousseff perdió en la definitiva votación, por 61 votos a 20, por lo que dejará la presidencia, de la que estaba suspendida y deberá abandonar en un mes la residencia oficial de Brasilia.
Conserva derechos políticos
Sin embargo, en una especia de “clemencia”, los senadores permitieron a Dilma conservar sus derechos políticos, permitiéndole un eventual regreso a la política. Tan solo dos horas después de la votación, Michel Temer llegaba a esa misma sala recibiendo felicitaciones de sus correligionarios.
Tras escuchar el himno, juró el cargo, firmó la toma de posesión y salió rumbo a China, para participar en la cumbre del G-20.