“Hay simpatía mutua con la niña, cuando me enteré de que tenía 11 años (...) yo creí que tenía al menos 15”, declaró el sacerdote italiano Paolo Glaentzer (70), quien fue detenido cuando intentaba abusar sexualmente de una menor de edad, dentro de su automóvil.
“No me sucedió con otras chicas. Ese lunes 23 de julio, hubo un cambio de afecto con esta chica, que es mucho más madura que su edad”, dijo cínicamente el cura, al periódico Corriere Fiorentino, cuya nota fue recogida por medios de todo el mundo.
El religioso estaba con la víctima, en su coche, en un sitio apartado. Lo arrestaron por violencia sexual agravada y quedó con prisión domiciliaria, en su casa, ubicada en el pueblo de Bagni di Lucca, según datos.
El religioso confesó que ya estuvo “con otras chicas” y calificó a su actual situación como “una zancadilla del demonio”.
“La niña se levantó la remera por su voluntad, yo no le dije que lo hiciera, puede ser que en su casa reciba poco amor de sus padres”, dijo en otro momento el depravado, quien alegó: “Fue una estupidez. Me hizo una zancadilla el demonio. Una zancadilla fuerte. He cometido un error, lo admito”.
A raíz de este escándalo, el sacerdote ya tiene prohibido realizar misa, según le comunicó a través de una carta el cardenal Giuseppe Betori, arzobispo de Florencia.
“Cometí un error, lo admito, Nuestro Señor lo juzgará, Él es capaz de hacerlo”, declaró en otro momento Glaentzer, quien aseguró que ya pasó por “muchas situaciones que parecían no tener escapatoria” y tal vez esta “sea una de las peores”, pero expresó su “plena confianza en Jesús y María”.