La normativa comenzará a regir plenamente en octubre de este año. La ley es parte de la llamada “agenda valórica” de la presidente Bachelet que incluye además la despenalización del aborto y el llamado matrimonio igualitario. El Acuerdo de Unión Civil crea el estado civil de “conviviente legal”, sin importar el género de los contrayentes y busca una protección patrimonial y de derechos civiles para los contrayentes. Varios países latinoamericanos reconocieron las uniones civiles, pero solo Argentina y Uruguay permiten sin limitaciones el matrimonio homosexual en igualdad de condiciones.
El juez de familia será el encargado de velar por el interés superior de los menores hijos de los contrayentes, otorgando el AUC los mismos derechos de custodia a los progenitores y a la pareja de la unión civil.
El AUC podrá disolverse, y las parejas homosexuales que contraigan matrimonio en el extranjero serán reconocidas en Chile.
La Conferencia Episcopal expresó su temor en el sentido que “la discusión sobre el tema se haga desde la ideología o desde el populismo, no teniendo en cuenta las realidades existenciales que están en juego”.