Cuando tenía un año, a Spiridónov le fue diagnosticada la enfermedad de Werdnig-Hoffman, afección progresiva e irreversible que afecta las neuronas de la médula espinal y hace que la persona quede completamente inmovilizada.
Ahora, con 30 años, dice que no tiene más salida, ya que muy pronto podría quedar postrado como el famoso científico Stephen Hawking. Agregó que tiene temor, pero que todo le resulta “extremadamente interesante”.
La inédita operación se llevará a cabo por el neurocirujano italiano Sergio Canavero, perteneciente al Grupo de Neuromodulación de Turín, quien había asegurado tiempo atrás que el trasplante de cabeza podría hacerse en el 2017. Spiridónov escuchó esto y se puso en contacto con él.
El italiano ya injertó a un mono la cabeza de otro simio, pero el animal sobrevivió solo nueve días. La operación plantea dificultades técnicas increíbles: los cuerpos deberán ser enfriados a unos 12 o 15 grados bajo cero, cortar en ambos la médula espinal, y luego el paciente deberá estar en coma casi un mes, cuando será despertado progresivamente.