
Los profesores de la secundaria “Federico Berrueto”, de Saltillo, están acostumbrado a encontrar sus vehículos con las ruedas pinchadas y los vidrios rotos, o encontrar mensajes amenazantes en el parabrisas. Pero ahora todo pasó a “otro nivel”.
Atados de manos
Los alumnos “banda” (pandilleros) del colegio, se molestan si se les pone una baja calificación, si se les exige la entrega de tareas o si sus profesores hablan con los padres y actúan agresivamente. En una entrevista al diario Zócalo, varios docentes, los cuales pidieron, por seguridad, que no se revelaran sus nombres, dijeron sentirse “atados de manos” ante las leyes de protección a la infancia y por virtud del derecho constitucional a la educación, pues los jóvenes no pueden ser suspendidos o expulsados del plantel, aunque hagan cualquier cosa.
Sexo, violencia y armas
Hace poco, un alumno, grabado en un video sexual con una joven y que organiza peleas en el colegio, sacó una pistola y amenazó a los profesores cuando quisieron actuar contra él. Los docentes reclamaron la situación a la Secretaría de Educación; esta no hizo nada y se limitó a cambiar de institución educativa al alumno.
Polémica
Los profesores dicen que esa no es una solución, ya que el joven seguirá haciendo lo mismo en el otro colegio. Por su parte, el titular de la Secretaría de Educación afirma que el derecho a la educación es constitucional y por tanto debe prevalecer, pues “nosotros no queremos reprimir a un niño que tiene problemas”.