Monseñor Adalberto Martínez partió ayer rumbo al Vaticano, donde será creado cardenal el próximo sábado.
Antes de abordar el avión, en las manos tenía un libro titulado “Francisco”; en el bolsillo del lado del corazón, una reliquia de María Felicia de Jesús Sacramentado, más conocida como Chiquitunga.
Se trata de una medalla que contiene un pedacito del cerebro de la beata. Dicho relicario se lo dieron las religiosas carmelitas y el arzobispo de Asunción quiso que lo acompañe en Roma.
Es que cuando le tocó ser obispo de Villarrica, aumentó en gran medida su devoción hacia Chiquitunga.
“Monseñor va a ir a la Congregación para la Causa de los Santos, para insistir en que sea canonizada”, informó el comunicador católico Pedro Kriskovich. Aunque esto no forma parte de la agenda oficial del arzobispo, está entre sus intenciones de viaje.
“María Felicia es un ejemplo de joven paraguaya laica, consagrada que puede ser modelo de santidad. Esta reliquia dice mucho de ella. Es un símbolo de lo que significó en tierra”, dijo Martínez a radio Cáritas.
El arzobispo viajó acompañado del padre Reinaldo Roa, rector de la Catedral de Asunción. Por la Conferencia Episcopal Paraguaya irá el secretario general, monseñor Amancio Benítez, obispo de Benjamín Aceval.
También van a ir amigos, excompañeros de colegio y miembros del movimiento de los Focolares que quisieron estar presentes en ese momento histórico para el Paraguay, añadió Kriskovich.
Está previsto que el nuevo cardenal haga una misa con los paraguayos residentes en Roma.
Llevarán pantallas pintadas
La primera dama, Silvana López Moreira de Abdo, compartió en sus redes sociales que llevarán a Roma pantallas de karanda’y pintadas con los colores de la bandera paraguaya y la del Vaticano. Las regalarán el domingo a los paraguayos que participen de la misa.
