Estaba llamado a ser el nuevo Pelé, la gran promesa del fútbol mundial, nambré luego, lleno de magia en los pies, sin embargo su carrera se fue en decadencia.
Más todavía desde hace 9 años, luego de haber sido acusado de algo espantoso: una agresión sexual en grupo. Hablamos de Robinho, quien ayer fue condenado en Roma a 9 años de prisión por violación a una albanesa, en una fiesta en MIlán, el 22 de enero del 2013.
El exdelantero rapái, con pasos en grandes de Europa como Real Madrid y el Milan de Italia, había sido acusado junto con su excompañero Ricardo Falco que también recibió la misma pena.
La defensa del expelotero apeló, pero fue rechazada por el Tribunal de Casación en las tres instancias. Ahora ya no tiene posibilidad de que se revea el caso. Tal es así que el que fue ídolo brasileño va a pisar la cárcel.
Pero hay un detalle: él se encuentra en Brasil, donde la constitución nacional prohíbe la extradición de sus habitantes, por lo que es bastante complicado que se cumpla la sentencia en tierras europeas.
Al respecto, el especialista en derecho penal Davi Tangerino explicó: “El estado italiano tiene que notificar formalmente al estado brasileño. Para ello es necesario que el Tribunal Superior de Justicia, confirme la sentencia extranjera”, expresó el letrado al canal Sportv.