La vedette argentina, Moria Casán, estuvo de pasadita ayer en nuestro país y no fue para presentar algún teatro de revista, sino para firmar por última vez ante el juzgado de Luque y dar por terminado el controversial caso del robo de la joya.
La diva una vez más aprovechó la ocasión para recordar viejos tiempos con sus amigas del Buen Pastor y prometió volver muy pronto a nuestro país dejando de lado este periodo estresamente que la tenía con los pelos de punta.