¡Esposíblena! Dijo que quería ponerse un arito en la cara y los religiosos saltaron todos escandalizados.
Jessica Servín manifestó en sus redes sociales sus intenciones de hacerse una perforación en la ceja o en los labios, lo que no esperaba es que personas cristianas y religiosas salieran a juzgarla y decirle que se iría al infierno.
Luego de recibir tantos reproches Servín hizo su descargo en sus historias de Instagram. “Que mucho ya me reí porque saltan la gente religiosa a decirme Dios te va a castigar, gente el único que nos puede juzgar es Dios y en vez de juzgarnos qué el hace, nos ama. El Dios que yo conozco es perdonador, transformador un Dios impresionante, así que dejemos el juicio y empecemos a amar más”, manifestó.
Se creen jueces
En comunicación con EXTRA la ex Calle 7 comentó que lamenta que haya tanta intolerancia. “Imaginate si decía que me quiero hacer un tatuaje, hija de mil me iban a linchar. El tema es que yo siempre hablo de la palabra de Dios y trato de reflejar lo que es Jesús en mi vida, de ser ejemplo y testimonio, para mí hay cosas que no tiene nada que ver con Jesús y justamente la gente que me atacó es religiosa, que en vez de tener una relación con Dios se ponen a creer que son jueces”, dijo.
Jessica asegura que no toma a mal las opiniones de los demás, simplemente le causa gracia cómo para juzgar están todos, pero que falta más amor y tolerancia.
Cuidar el templo
A la ex reina de belleza le cuestionaron que no cuida su cuerpo que es el templo del Espíritu Santo, pero ella tiene un concepto muy diferente de lo que es cuidarse. “No estar drogándose, porque evidentemente vas a dañar tu cuerpo si te drogás, estar alcoholizándote al punto de llegar al coma porque obvio reventás tu hígado, tu riñón, por ejemplo no comer demás, porque al tener sobrepeso nos cansamos al caminar, no podemos respirar, cuidar el templo del Espíritu Santo es mucho más que ponerse un piercing que no te hace ningún daño”, señaló.
Por otro lado pidió que dejen de juzgar la vida de los demás. “Lo que para vos está bien para mí puede estar mal, por eso la palabra dice que para Dios nuestra justicia es trapo de inmundicia, paremos de juzgar porque nadie es apto para hacerlo, con respeto tenemos que plantear nuestros puntos de vista y no imponer, podemos pedir consejos y escuchar, eso hace un verdadero cristiano”, finalizó.