Taylor Hawkins, baterista de la banda de rock estadounidense Foo Fighters, murió ayer viernes en un hotel de Bogotá, Colombia, donde debían presentarse para el Festival Estereo Picnic.
La muerte del músico tal vez había pasado casi desapercibida en Paraguay de no ser por Emma Sofía, la baterista de 9 años que el pasado martes se instaló con su instrumento frente al hotel donde estaba el grupo. Para sorpresa de los fanáticos, Taylor salió y saludó a la niña, la escuchó tocar y prometió a sus seguidores que volverían.
Tras la triste noticia de la muerte del artista, los padres de Emma dieron un comunicado a través de Instagram. “No hay palabras que describan lo que sentimos. Estamos devastados con la noticia del fallecimiento de Taylor Hawkins, nuestros pensamientos están con sus seres queridos y fans”, publicaron en la cuenta de la pequeña, que está completamente supervisada por los padres.
Explicaron que Emma no estaba enterada aún de lo ocurrido con su ídolo. “Cuando nos llegó la noticia acababa de dar su primer show y no tuvimos el valor de romper la magia de ese momento inolvidable. Encontraremos la mejor manera de hablarlo con ella mañana, trataremos de recordarle su carisma con el hermoso gesto que tuvo con ella. Trataremos de recordarle que Taylor nos dio algo en que creer”, finaliza el escrito.
No se dio a conocer todavía la causa de muerte de Hawkins, de 50 años. Su cuerpo sin vida fue encontrado en la habitación del hotel.