A diferencia de su casamiento civil, en el que cientos asistieron y le llovieron regalos, ña Rufina y Juan Ramón se darán, esta noche, el “sí” ante Dios, en medio de escraches y críticas.
La doña contó que la boda religiosa será muy sencilla por “culpa” de los “envidiosos” que le tiran mala onda y supuestamente “espantaron” a todos los políticos, empresarios y músicos que querían ayudarle con su fiesta.
En contacto con EXTRA, la doña mencionó que finalmente se va a casar en una iglesia evangélica, ya que no quería esperar los 7 meses de cursillo que le pidió el pa’i de Lima para unirlos.
“El pastor es mi vecino y nos va a casar, para mí es lo mismo, con tal de casarnos, quiero que ya termine ya esto”, comentó la doña.
Rufi aclaró que no está enojada con la Iglesia católica y aceptó que ella es la que se apura para casarse.
Farra a full
Ña Rufi señaló que el festejo de su boda será nuevamente en el tinglado municipal de Lima, San Pedro, y que, a diferencia de su anterior farra, esta vez va a vender la comida y bebidas.
“Ya hay 5 grupos confirmados y una discoteca, ya no pondré comida en la mesa, va a ser farra a full. Partido va a ser el cobro por la cantina. Quiero juntar plata para mi construir mi casa”, indicó.
Planes tras la boda
Rufina aclaró que esta vez ya no tendrán luna de miel con Juan Ramón y adelantó que entre los planes de la relación está adoptar a un niño.
“Queremos adoptar a un varoncito, para que en caso de que yo muera primero se quede como su compañero. Juan Ramón demasiado quiere un hijo y yo ya tengo mi edad”, explicó la doña.
Anunció demanda
Rufina entró en el ojo de la tormenta tras ser escrachada por su vecina, Alicia Silva. La mujer le acusó de una supuesta estafa. Dijo que le pagó a la doña influencer por un celular y ella nunca le entregó.
También hicieron tocorré de la foto íntima de una doña y dijeron que es ña Rufina. “El lunes les voy a denunciar, ellos tratan de impedir mi boda de esta forma, pero no lo van a lograr. Los envidiosos no van a impedir mi boda”, tiroteó la doña.