24 abr. 2024

Ña Morena en guerra con sus vecinas

Nadie sabe por dónde anda la “batalladora”, también apagó su celular. Denuncian que la popular doña anda pasada de copas e insulta a todos en el barrio.

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Desde EXTRA intentamos conocer la versión de ña Morena, pero sus propios conocidos dicen que ella apagó su celular desde hace tres días y no anda socializando con nadie.

¡No va a ser! Ña Morena es una señora que se volvió viral en las redes sociales gracias a sus frases: “No, mi princesa” y “abatalla che tat..re.”. Cuando logró notoriedad pública mencionaba que llevaba una lucha constante contra las drogas y resaltaba que ahora estaba alejada de esa mala vida.

Pero, al parecer, sus vecinos del asentamiento Ypané Poty y 19 de Octubre de Costa Alegre de la misma ciudad están teniéndola entre cejas porque, según informó el portal Ypané Magazzine, la doña volvió a refugiarse en el alcohol y arma berrinches en su comunidad.

“Por la baja tensión que existe, vecinos contrataron a un electricista para ver la posibilidad de mejorar la carga de energía eléctrica en el lugar, pero cuando llegaron a la casa de la conocida por las redes sociales como ña Morena, esta le mandó al caraj* al electricista y a la presidenta del lugar en cuestión”, señala el informe de Ypané Magazine.

Con este video la doña se volvió muy popular en las redes sociales.

Con este video la doña se volvió muy popular en las redes sociales.

Muy estresante

EXTRA contactó con una de sus vecinas, quien prefirió no dar a conocer su identidad, alegando que fue amenazada por el marido de ña Morena: dijo que la situación se torna insoportable.

“El sábado ella estaba pasada de copas y comenzó a insultarme. Me dijo muchas groserías desde su portón. Realmente se encontraba muy borracha, yo no sé si volvió a recaer en ese mundo de alcohol y demás, pero a los vecinos nos estresa todo esto. Ahora por ejemplo al parecer no está, toda su casa está a oscuras”, mencionó.

Ya no confían

Agregó que poco a poco la señora se venía ganando la confianza de los pobladores, quienes al principio no la aceptan por sus antecedentes como su comportamiento.

“Es triste porque la ayudamos un montón. Nosotros creíamos que ella ya estaba bien, que no iba a comportarse más de esa manera. Su marido me amenazó y yo ya no puedo ayudarla porque realmente con mi familia ya tenemos miedo de lo que puedan hacer. Ahora no sabemos por dónde anda, no sabemos si está encerrada en su casa o si se fue a la casa de su hija, el único que vino a la mañana temprano es su marido que se fue a trabajar”, contó.