04 mar. 2025

Mina habla de pyragues en los medios

La propietaria de Radio 1000 mencionó que ella también tiene en su poder audios de conversaciones privadas del grupo Cartes, en donde hacen negocios. La propietaria de Radio 1000 mencionó que ella también tiene en su poder audios de conversaciones privadas del grupo Cartes, en donde hacen negocios.

Escándalo se armó en el programa radial de la periodista y propietaria de Radio 1000, Mina Feliciángeli, quien dijo de manera tajante que fue traicionada por parte de uno de sus compañeros, que le grabó durante los cortes comerciales y luego envió los audios al medio digital Hoy, recientemente adquirido por Sarah Cartes, hermana del presidente. Para la comunicadora, todo apunta a que Horacio Cartes viene espiando a los medios.

Primer audio: Se le escucha hablar con Camilo Soares acerca de las negociaciones sobre la posible privatización del aeropuerto “Silvio Pettirossi” y de las medidas que se podrían llevar a cabo para evitarlo.

Segundo audio: En este material, Feliciángeli confirma las pretensiones que tiene el empresario mexicano Ángel González, dueño del SNT y Paravisión, de adquirir su radio. También habla acerca de la posible salida del gerente de prensa de Unicanal, Mario Orcinoli, y su incorporación al grupo Vierci, aclarando que ella está detrás de esto. En la conversación participan los panelistas Héctor Riveros y Benito Fleitas.

En busca del traidor

Feliciángeli empezó ayer su programa diciendo “¿Quién es el traidor?”, agregando que hasta el momento tiene 4 sospechosos de haber pasado los audios al medio cartista. “¿Por qué Héctor (Riveros) no vino al programa? Yo pensé que él era el traidor y ya no vino. Acá hay cuatro sospechosos, vamos a ser sinceros: Benito, Camilo, Héctor y Víctor (operador) que puede grabar desde donde está”.

Luego Camilo Soares le consulta a la propietaria de la radio si en la joya que se le había regalado no tendría algún micrófono. “En esta joya es difícil que coloquen un micrófono”, puntualizó la periodista.

A esto, Mina añadió que no le preocupa que se hayan hecho públicos esos audios, lo que realmente le resulta hasta peligroso es el hecho de que alguien de su propia radio le esté apuñalando por la espalda. Una vez que tenga todas las pruebas no dudará en desvincular al responsable.

“Hay un pyrague (espía), usan el sistema de ‘pyragueato’. El contenido me tiene totalmente sin cuidado. Esto quiere decir que ellos trabajan con un pyrague en Radio 1000, tienen a un pyrague a quien le pagan obviamente, porque yo no creo que tengan alma de pyrague gratis porque ya sería lamentable que sean pyrague gratis. Uno de ustedes cuatro es pyrague acá. No creo que exista un micrófono oculto, porque para eso deben estar sacando la grabación y es todo un tema. Esto fue antes de que yo viaje a Buenos Aires, el martes o el miércoles. Encima le pasaron a esa gente algo demasiado pelotudo”.

Afirmó que ella también posee grabaciones del grupo Cartes haciendo ciertos negocios pero que no pasa en la radio porque son conversaciones privadas. “No tengo la plata para comprar a los jueces. Vamos a jugar ojo por ojo, diente por diente, si a mí me matan, yo también mato”, dijo en contacto con Luis Bareiro en Radio Monumental.

¿Espiando las encuestas?

No es la primera vez que se habla de un supuesto espionaje de Horacio Cartes. En su discurso cuando Pedro Alliana ganó la presidencia de la Asociación Nacional Republicana (ANR), el presidente había dicho que revisó los datos de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC), que son privadas y confidenciales, en donde observó que sus opositores llevaban una buena vida.

Preocupante

Por su parte, Óscar Acosta dedicó unas palabras en su red social Facebook a lo acontecido, calificando como preocupante el hecho de que en los medios existe un sistema de espionaje.

“La sospecha acerca de la existencia de un equipo dedicado al “espionaje” de la gente, genera justificada inquietud y debe ponernos en alerta. La publicación de una conversación privada de Mina y Camilo, sin juzgar contenido, revela infidelidad o espionaje, y esto último preocupa. Si existe un trabajo de espionaje y viene de los que administran el Estado, estamos repitiendo modelos perimidos que remiten al oscuro pasado”.