El episodio con el tequila no fue el único escándalo en Australia de la “Reina del pop”, en el anterior show se disfrazó de payaso y se puso a llorar por su hijo Rocco. Ya tiene 57 años, pero todavía se deja llevar por sus impulsos para hacer y decir lo que quiera como una adolescente, esta es Madonna, que protagonizó un nuevo escándalo en su último show en Australia. La “Reina del pop” se pasó de copas en el escenario y reveló algunas “verdades” de su vida privada.
La cantante apareció en el escenario caminando con una notoria dificultad, olvidando algunas partes de las letras de sus canciones y equivocándose en otras. En un momento dado tomó un vaso de tequila y se lo bebió de un sorbo ante la atenta mirada de miles de fanáticos.
Visiblemente afectada por el alcohol, la blonda se dirigió al público para pedir lo inesperado. “Por favor alguien que me coj*”, señaló con euforia. Luego, con una enorme sonrisa aclaró que solo estaba bromeando.
Problemas personales
La “Reina del pop” no saludó al público, ni les dijo a sus fans que son los mejores, como lo hacen los otros cantantes, ella les contó sus problemas personales. Reveló su molestia contra Guy Ritchie, su expareja, a quien llamó “hijo de put*”. Medios internacionales sostienen que la pelea con Ritchie, por la custodia de su hijo Rocco es la razón por la cual está atravesando este difícil momento, que “La Reina del pop” afronta a su manera.