Luis Montanaro dijo que su expareja le dio su OK para comercializar el video tie’ ỹ

Luis Montanaro habló en exclusiva en el Telediario sobre sus líos con la justicia.

“Lo que hubo fue una confusión para darle un toque morboso, tipo ‘vamos a pintarle a ese señor como un depravado sexual o psicópata sexual”, arrancó diciendo.

El empresario afirma que su exnovia le dio su permiso para filmar y vender el video íntimo.

Pero luego terminaron y la mujer lo amenazó con plantar droga en su departamento y al día siguiente ya allanaron su casa, según su relato.

“Ella (su expareja) consintió que el video sea comercializado, hay testigos, está el fotógrafo que nos hacía las fotos y es testigo de lo que ocurría era con el consentimiento, esto también la gente que nos capacitó”, dijo.

¿Club con famosos?

Montanaro también se refirió al club Duck Sex Game (Juegos sexuales del pato), en el cual supuestamente realizaban “fiestitas sexuales” con famosos.

“Era un club de élite, de experiencias lujosas y exclusivas. Jamás hubo una lista (de famosos) ¿De qué lista están hablando? Ahí se empieza a tergiversarse todo. El relato de ella (la fiscal) es que yo le invitaba a la gente, le filmaba y después vendía el contenido, pero jamás. Hay una sola víctima (su expareja) en la carpeta”, indicó.

“No existe un espacio, un club en donde se filmaba, no hay una lista de empresarios, políticos y futbolistas, nada”, tiró.

Luis señaló que el contrato al estilo 50 Sombras de Grey que hicieron tocorré formaba parte de una fantasía íntima. “Era un fetiche, no era un documento legal”, indicó a Telefuturo.

“Violado”

Luis mencionó que violaron su derecho a la intimidad.

“Me siento violado a lo que yo hacía en un recinto privado”, destacó.

“Una cosa es la moralidad y otra es la justicia, tenemos que separar. Es como ‘él hace esas prácticas sexuales, entonces vamos a juzgarle desde la moralidad’. Fue un escándalo, show y circo. Esto se daba en un círculo de adultos, que sabían lo que estaban haciendo”, reiteró.

Luis Montanaro está imputado por presunta difusión de material íntimo sin consentimiento, este caso con su expareja se encuentra en etapa de investigación.

También está procesado por coacción a la fiscal Ruth Benítez y esa causa fue elevada a juicio oral.

El empresario pasó 6 meses en Tacumbú y ahora cuenta con libertad ambulatoria.