Lory Anderson pasó por “El último que apague la luz” y contó la tierna historia de cómo conoció a su marido cuando apenas era una adolescente y comenzaba a gatear en los medios de comunicación.
“Yo le conocí en el canal, porque su papá era uno de los dueños y él estaba haciendo su pasantía en Canal 2, en su colegio tenía que hacer una pasantía entonces hizo como camarógrafo y el día que me fui al casting él era mi camarógrafo, en Canal 2 cuando tenía 14 años”, reveló.
Pero su esposo, Javier Omella, es un poco más grande que ella y no estaba tan entusiasmado con tener un romance en ese momento.
“Él me dio mi primer beso a los quince años yo estaba profundamente enamorada de él y él estaba en otra, mas o menos conmigo, pero en otra”, señaló.
En ese momento, el romance no floreció, se separaron, pero el amor fue más fuerte y muchos años después se volvieron a encontrar para nunca más separarse.
“Pasaron los años, él se fue a estudiar a Estados Unidos y en el 2009 me contacta a través de Facebook, volvimos a hablar, él me contacta y él me pidió para ir a tomar un café y a partir de ese día 22 de agosto del 2009 nunca mas nos separamos”, comentó.
La pareja lleva casi 12 años de casados y fruto de ese amor nacieron dos niños y decidió dedicarse 100% a la maternidad y dejar de lado por unos años su carrera en los medios de comunicación.
“Yo decidí que yo quiero estar, yo quiero cocinarle a mis hijos, yo quiero estar presente lo más que pueda, es una etapa, es muy cortita y si tengo la posibilidad y mi marido se puede hacer cargo de la economía de la familia, me quiero quedar, yo trabajé demasiados años de mi vida y darme una pausa para dedicarme a mi familia me parece fantástico”, manifestó.
Lory dijo que no descarta volver a los medios, pero cuando sus hijos sean un poco más grande y la necesiten menos. “Me encantaría volver a la televisión, pero este no es el momento, hay momentos para todo”, agregó.