Liliana, actualmente, es la conductora de su propio programa de radio llamado la “Tribu”, además, conduce un programa rural en la televisión La vida de Liliana Álvarez parece una historia de telenovela, tuvo una brillante carrera que la llevó a ganarse el cariño del público y, además, le generó buenos ingresos económicos. Pero su vida no siempre fue así, orgullosa contó en entrevista con EXTRA que sus raíces son muy humildes.
“Empecé a trabajar desde los 8 años, juntaba algodón. Recuerdo que mi mamá hacía empanadas y vendía en la casa de mi abuela, con mi hermana íbamos a buscar leña en la curtiembre, juntaba so’o kangue (huesos), cocos. Trabajé en un hipermercado, todos los días me iba caminando con mi zapatilla y mi pollerita rosada”, recordó.
El apoyo de su expareja
Su vida cambió cuando conoció a su expareja, Amarildo, quien le dio muchas oportunidades. “Amarildo era el presidente del Club 4 de Octubre y yo era la reina del 3 de Febrero de Atyra y nos conocimos en el desfile de las reinas, yo tenía 17 años. Recuerdo que mi papá arreglaba radios y Amarildo compraba radios y rompía para ir a casa, para verme. Luego empezamos a salir, vivimos juntos, él me dio la oportunidad de estudiar y me acompañó siempre”, relató.
Ganó mucho dinero
Liliana trabajó como modelo, actriz y panelista de programas de espectáculos, logró alcanzar la fama con el personaje “La Diablita” en un recordado comercial. “Gané fama y mucha plata cuando desfilaba y como promotora. Recuerdo que mi primer sueldo en la EXPO fue G. 3.500.000 y así mismo fui y le di a mi mamá. Fui imagen de importantes marcas, fui al Chaco y me pagaban G. 500.000 por hora, viví como cuatro años desfilando”, explicó.
La exmodelo contó que disfrutó cada momento de su vida y su carrera, además, que se siente orgullosa de su origen y todo lo que consiguió en estos años. “Mi vida es extraordinaria y no lo cambiaría ni por todo el dinero del mundo”, agregó.