Sarambi se generó en redes sociales luego de que una señorita escrachara a un playero de una estación de servicios por supuestamente silbarle.
Muchos aseguran que puso en su lugar al muchacho, mientras otros creen que exageró y que se trató de un simple piropo.
Larissa Riquelme se metió en medio del debate asegurando que a ella como toda mujer le gusta recibir halagos.
“Yo sí quiero que me piropeen jaja les leo! ojo no sean zafados”, escribió en Twitter.
Sus declaraciones generaron todo tipo de comentarios, algunos aprovecharon para dejarle mensajes tiernos, otros bastante subidos de tono mientras la mayoría le bajó la caña, asegurando que estaba defendiendo supuestamente el comportamiento de los acosadores.
En medio de tantas críticas no faltaron los que se acordaron de su pareja, Jonathan Fabbro, quien fue condenado por el abuso de una menor.
Defendió el piropo
En contacto con EXTRA la Novia del Mundial dijo que no ve nada de malo en que los hombres expresen su admiración por la belleza de una mujer.
“No está mal que te hagan un piropo, que admiren la belleza, me parece estúpido que uno reaccione mal por un piropo que no te hace daño. Y mientras vea que no exista un acoso o un abuso a mí no me molesta recibir lindos y educados piropos. Si llegara a ver algo les aseguro que voy a ser la primera en actuar como se debe”, aseguró.
Dijo que exageran
La modelo aseguró que las bajadas de caña que recibe no le afectan y pidió tolerancia.
“A mí no me importa las críticas que hagan, debemos ser más conscientes y respetar las opiniones ajenas. Están exagerando”, comentó.
Sobre los ataques hacia su amorcito, Jonathan Fabbro, aseguró que el pelotero no tiene nada que ver en el debate sobre el piropo.
“Esto se trata de mí, no de mi pareja, mis opiniones son mías, no de él, yo soy independiente, tengo vos y voto para opinar y denunciar. No me afectan las opiniones o el que dirán los demás. Dejemos de lado a otros que no tienen vela en este entierro”, dijo.
No está de acuerdo
Por el otro lado de la vereda está Patty Orué, quien asegura que las mujeres no piden ni necesiten los piropos de los varones.
“Ya se dijo por acá que no necesitan que nadie les diga, silben, griten ni miren fuerte para sentirse lindas ni mucho menos que les ‘suba ninguna autoestima’. Por las dudas pasaba a recordarles, chiquis”, opinó la conductora de TV.