28 abr. 2024

Juan Ángel Napout he’i que creía que estaría mejor en Tacumbú

El expresi de la Conmebol destacó que estar preso en EEUU fue muy difícil y que solo pensaba en volver a nuestro país. Lamentó el sufrimiento de su familia y dijo que ni Al Capone pagó tanto por su fianza.

373751728_1778834732519407_3976553070332680947_n.jpeg

Juan Ángel Napout dijo que está contento con la decisión que tomó de no haber hablado de otros dirigentes de fútbol. “Soy el hombre más feliz del mundo por el camino que tomé. No tengo por qué hablar de nadie”, dijo en el programa de Mina Feliciangeli, que va los domingos a las 20:00 por Latele.

Juan Ángel Napout accedió a hablar por primera vez luego de recuperar su libertad y regresar a Paraguay. El exdiriginte deportivo reveló que pasó muy mal los primeros días de su arresto.

“Cuando me arrestaron hacía un frío y me metieron en la ducha, así como se ve en las películas, con ese frío y te dan un chorro de agua, ahí yo entendí que mi vida publica se acabó”, comentó en el programa “Mina en casa”.

El excapeto de la Conmebol dijo que quienes pasaron peor fueron sus familiares que querían viajar para ir a visitarlo.

“Mi familia sufrió más que yo, les hice pasar las de Caín. Psicológicamente yo estaba mal, muy golpeado. Cuando me pasan a la cárcel, los primeros 3 meses fueron difíciles, pero no tan difícil como la prisión domiciliaria”, señaló en charla con Mina Feliciangeli.

Fue cocinero

Reveló que pasó varios meses sin poder ver la luz del sol y eso le trajo problemas de salud, pero gracias a que comenzó a trabajar en la cocina se mantuvo centrado.

“Estuve sin ver el sol 3 meses, cuando me trasladaron veía un poquitito nomás. Tuve un déficit de vitamina D de entrada. Ahí empecé a caminar, era todo gris, todo oscuro. En la pieza estábamos entre 2 en Brooklyn y en Miami entre 3. Le conocí a un preso paraguayo llamado Javier (Guerrero) que me llevo a trabajar a la cocina, trabajaba 12 horas y eso me ayudaba. También le conocí a un nigeriano con el cual oraba”, comentó.

A Tacumbú

Napout dijo que no veía la hora de regresar a nuestro país y que prefería estar preso en Paraguay.

“Yo quería volver a mi país, si me preguntás, yo preferiría estar en el fondo de Tacumbú, yo les aseguro que iba a estar mejor porque sé que mi familia iba a estar cerca. Lo que más me dolió fue la separación de mi familia”, declaró.

Lo respetaban

Explicó que ningún preso lo atacó debido a que conocían su caso y le respetaban porque no delató a nadie.

“Me agarró un puertoriqueño y italoamericano. Me dijeron: ‘Perdiste el juicio, te declaraste culpable y no hablaste de nadie, tu vida en la prisión va a ser apacible y nadie te va a molestar’. Solo recibí respeto”, indicó.

Se defendió

En todo momento, Juan Ángel sostuvo que es inocente y que los verdaderos culpables lograron zafar de la Justicia.

“Me acusan de participar, de estar en la conspiración, de ser parte de una organización para delinquir. Estuve en el lugar y momento equivocado, yo quería eso (ser presidente de la Conmebol). Todos los que me acusan estaban con la soga al cuello y todos fueron liberados, tuvieron un acuerdo”, añadió.

Arrestado en 2015

Juan Angel Naput fue detenido en 2015 en Suiza, donde se encontraba en una reunión de dirigentes de fútbol. Estuvo dos semanas retenido en Zúrich, hasta que fue extraditado a Estados Unidos, donde enfrentó el juicio en el que fue condenado por casos de corrupción en la FIFA.

A Juan Ángel Napout lo acusaron de formar parte de una trama de sobornos millonarios pagados por empresas de márketing deportivo a dirigentes a cambio de los derechos en las retransmisiones televisivas y promoción de los torneos continentales, entre ellos la Copa América y la Copa Libertadores.

Al entonces presidente de la Conmebol, lo acusaron de recibir más de 3 millones de dólares en concepto de soborno por parte de varias empresas que querían obtener los derechos de transmisión de las copas internacionales, los mismos le prometieron al dirigente deportivo un total 25 millones de dólares.

NAPOUT_00321.jpg

De regreso a Paraguay

En el 2018 fue condenado a 9 años de prisión tras ser hallado culpable por un jurado en Estados Unidos. Durante la pandemia intentó obtener su libertad, pero en reiteradas ocasiones sus pedidos fueron rechazados, hasta que a finales de junio una jueza le otorgó la libertad 2 años antes de que purgara su condena, debido a problemas de salud que requerían una cirugía.

El 7 de julio llegó a Paraguay y fue recibido por sus amigos y familiares en el Aeropuerto Silvio Pettirossi. “La gente que hay en Paraguay es la mejor gente que hay, un día mi yerno se va al club de San Bernardino, a mí me acababa de pasar todo y se acercan 4 empleados y le dicen: ‘Sabés que estamos orando por tu suegro’ y la gente hoy me abraza”, expresó.